Friday, January 23, 2009

Los doce trabajos de Obama

No creo que haya sido yo la primera en pensarlo, en realidad de algún modo todos los que nos preocupamos por el mañana hemos pensado en la titánica faena que tiene por delante el presidente número 44 de los Estados Unidos, Barack Obama, quien tomó posesión de su cargo en la Casa Blanca el pasado martes.

El propio presidente lo reconocía en su discurso frente a la nación: “Es bien sabido que estamos en medio de una crisis. Nuestro país está en guerra (…). Nuestra economía se ha debilitado enormemente, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestra incapacidad colectiva de tomar decisiones difíciles y preparar a la nación para una nueva era. Se han perdido casas; se han eliminado empleos; se han cerrado empresas. Nuestra sanidad es muy cara; nuestras escuelas tienen demasiados fallos; y cada día trae nuevas pruebas de que nuestros usos de la energía fortalecen a nuestros adversarios y ponen en peligro el planeta”.

Tales son los retos, y por la importancia innegable que tiene esa nación norteamericana para la humanidad, es que el desempeño de este hombre de 47 años es seguido por las miradas atentas de millones de personas en el planeta. Las expectativas en su propio país son extremadamente altas. Obama llega a la Oficina Oval respaldado por el índice de popularidad más alto de la historia de esa nación en el inicio de un mandato, el 78 por ciento. Se calcula que más de dos millones de personas se trasladaron hasta Washington a pesar de las bajas temperaturas, para asistir a lo que consideraban un “momento histórico”, “el cumplimiento del sueño de Martin Luther King”.
Pero a pesar de todas las esperanzas de cambio sembradas durante la campaña electoral y ratificadas por su primer discurso como mandatario, está por verse hasta dónde será posible la materialización de sus planteamientos. El propio Obama advirtió que el camino a la solución de los problemas no será fácil, que será preciso mucho trabajo de todos, grandes transformaciones y la recuperación de viejos valores sepultados por la filosofía de la opulencia y el todo vale. Entramos, dijo, en "una nueva era de responsabilidad" en la que cada ciudadano debe aportar su esfuerzo al bien del país y de la humanidad. “… los desafíos que tenemos por delante son reales, son serios y son muchos. No podremos resolverlos ni fácilmente ni en un corto periodo de tiempo".

Por lo pronto en su primer día como presidente de EE UU ordenó la congelación de salarios de los altos cargos de su Gobierno, aquellos que devengan más de 100.000 dólares anuales; indicó una revisión de la actividad de los grupos de presión, por lo que a partir de ahora estos no podrán ocupar puestos en el Gobierno relacionados con áreas que ellos hayan representado durante los últimos dos años, y también exigirá que todos los organismos gubernamentales vean las peticiones de información que se les presenten bajo la Ley de Libertad de Información, para, según expresó, hacer más transparente su mandato.
No obstante, lo más significativo de su gestión apenas iniciada, ha sido la firma de un documento con el propósito de clausurar, en el transcurso de un año, la cárcel establecida en la base naval de Guantánamo. Primero suspendió durante 120 días todos los casos judiciales pendientes y luego decidió cerrar este conocido centro de torturas por el que han pasado más de 700 detenidos y donde permanecen, actualmente, 245 reclusos.
El mundo entero celebró esta decisión, y el 53 por ciento de los norteamericanos la respaldan, sin embargo comenzaron a aparecer las fuerzas retrógradas con las que también hay que contar. El líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, manifestó su desacuerdo con la intención del jefe de Estado.

Está claro que con el transcurso del tiempo Obama encontrará mayores tropiezos, si en realidad se propone cumplir todas las promesas realizadas, pues no se trata únicamente de la profunda crisis económica y las dos guerras, está además el limitado sistema de salud para una población que supera los 300 millones de personas, el prolongado dilema migratorio con más de 12 millones de indocumentados, un problema que ha crecido en un 40 por ciento desde el año 2000. Unos 12 millones de estadounidenses no tienen ocupación, sin incluir a quienes solo tienen trabajos temporales o a los que comienzan en la vida laboral, es la cifra más alta en 16 años. A ello se suma que 75 millones no tienen plan de jubilación.

Por otro lado limpiar la imagen de EEUU se presenta más complicado que la hercúlea tarea de limpiar los establos de Augías. Desde su discurso inicial da pasos para ello, en el mismo hizo un llamado a las naciones poderosas a no seguir dando la espalda a los países pobres, coincidiendo con una petición que le hiciera llegar ese día el papa Benedicto XVI. Pero como reza un viejo refrán del dicho al hecho… y cuando se trata de dinero habrá que ver qué dicen los verdaderos gobernantes del sistema.

En sus palabras aseguró también que "Estados Unidos es un amigo de cada nación y de cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad". "Comprendemos", dijo, "que nuestro poder por sí solo no puede protegernos ni nos da el derecho a actuar como nos dé la gana". Sin embargo son conocidas sus hostiles referencias al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela y también su anunciada estrategia militar para la cual ya se reunió con el secretario de Defensa, Robert Gates, el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, el comandante del Comando Central, general David Petraeus y mediante videoconferencia con el jefe de las tropas del Pentágono en Iraq, general Ray Odierno, y su homólogo en Afganistán, general David McKiernan.
Obama ha planteado que retirará responsablemente las tropas de Iraq, pero al mismo tiempo planea incrementar de 30 mil a 60 mil los soldados norteamericanos en Afganistán y aumentar los bombardeos misilísticos de EEUU en la frontera con Pakistán. Casi de manera simbólica mientras juraba en Washington como 44º presidente de los Estados Unidos, en el valle afgano de Tagab, 50 km. al norte de Kabul, veinticinco civiles morían bajo las bombas lanzadas por cazabombarderos estadounidenses y en la frontera afgana, sesenta presuntos talibanes resultaban muertos en una ofensiva terrestre y aérea masiva de las fuerzas armadas pakistaníes. Soldados de Islamabad prendieron fuego a una treinta casas de civiles "simpatizantes" de la guerrilla para arrasarlas después.
Estas decisiones ya han despertado las primeras contradicciones, pues Rusia ratificó el jueves la negativa a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a Estados Unidos para trasladar cargamentos militares hacia Afganistán por su territorio, afirmó el general de Ejército Alexei Maslov.

Sin dudas es una rara manera de concebir la paz y el respeto por los otros la que tiene la nación más poderosa del mundo.

Es bien interesante el análisis que hace el periodista de Página 12 Atilio Borón, sobre la “nueva era” abierta con el acceso de Barack Obama a la Casa Blanca. Atilio plantea una serie de interrogantes que no pueden ignorarse: “¿Cambio, designando como jefe de su Consejo de Asesores Económicos a Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro de Bill Clinton y artífice de la inaudita desregulación financiera de los noventa causante de la crisis actual? ¿Cambio, ratificando al secretario de Defensa designado por George W. Bush, Robert Gates, para conducir la “guerra contra el terrorismo” por ahora escenificada en Irak y Afganistán? ¿Cambio, con personajes como el propio Gates, o Hillary Clinton, que apoyaron sin ambages la reactivación de la Cuarta Flota destinada a disuadir a los pueblos latinoamericanos y caribeños de antagonizar los intereses y los deseos del imperio?

Coincido en que no podemos dejarnos arrastrar por el exceso de entusiasmo basados solo en las promesas realizadas hasta ahora y en un discurso que analizado a fondo resulta algo contradictorio en algunos puntos. Al igual que Fidel Castro no tengo razones para dudar de la honestidad de Obama, pero tampoco podemos desconocer los compromisos que se crean en campañas electorales tan millonarias y sobre todo la advertencia que nos hacía el Comandante en sus últimas Reflexiones: “cómo podría un sistema despilfarrador y consumista por excelencia preservar el medio ambiente”. “¿Qué hará pronto cuando el inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?”

Son más de doce trabajos los que tiene por delante el presidente de Estados Unidos y ciertamente, Obama no es Hércules.

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