Friday, May 25, 2007

domingo 13 de mayo

Alicia es una niña feliz. Nació destinada a un mundo de maravillas en el cual no hay más reina que ella.

Cuenta su madre que declaró su independencia desde el mismo momento de su nacimiento, cuando escudriñó, con ojos muy abiertos, aquel extraño lugar al que había llegado. Su llanto fue una señal de protesta ante las nalgadas que le propinara el médico tratando de saber si estaba viva y sana; como si no bastara aquella mirada curiosa para responder ambas preguntas.

Alicia es gobernante absoluta y sus principales súbditos son aquellos que le dieron la vida. Ella los ha doblegado a fuerza de inteligencia y sin más armas que la sonrisa de su rostro salpicado de pecas, como si en vez de Alicia se llamara Pippa. Martha y Maikel lo saben, pero viven felices de adivinar a quién se parece esa chiquilla que a cada paso los niega a ambos.

Y es que Alicia es una niña feliz, nadie la obliga a ser diferente y no tiene más preocupaciones que el juego, por qué cae la lluvia o por qué tienen lana las ovejas. Sí Alicia es feliz, suerte que en Holguín haya muchas Alicias.